Lavapiés presenta su primera cerveza, Bórea, elaborada en colaboración por O Pazo de Lugo, Chinaski, Yria y Luis Vida
Idónea para maridar carnes blancas, especialmente cordero y cochinillo
Lavapiés ya tiene su birra, y es belga. ‘Lavapiés líquido’ presenta Bórea, la primera cerveza artesana producida en colaboración entre dos locales del barrio madrileño, el restaurante O Pazo de Lugo y el bar Chinaski. La presentación se divide en dos partes: a las 19:00, discursos introductorios y cata en Chinaski (La Fe, 19). A las 20:30, segunda cata con maridaje en O Pazo de Lugo (Argumosa, 28). Madurada en roble de vino albariño, la British Strong Ale Bórea viene firmada por dos maestros cerveceros, Ernesto Huete (Cervezas Yria) y el enólogo Luis Vida.
Ernesto Huete y Antonio Cortés, socio fundador de Chinaski, dirigen la primera cata en este templo castiño de la cerveza artesana, único bar con 18 grifos en rotación. Luis Vida y el gerente de O Pazo de Lugo Javier Vázquez imparten los maridajes en el popular restaurante gallego. La presentación de Bórea destaca entre las 50 actividades de la cuarta edición de Artesana Week Lavapiés, hasta el domingo 15 de abril.
Del monasterio a Lavapiés
Bórea Lavapiés Líquido 001 es una estilo monacal tripel belga madurada en madera de roble francés de vino albariño. De tonalidad dorada, aromas afrutados y potencia en boca, las cervezas tripel empezaron a elaborarse en 1931 en la Abadía de Westmalle. Éste es uno de los seis monasterios de Bélgica oficialmente reconocidos como productores de cerveza monacal o trapense. A partir de 1956, Westmalle marcó con una triple equis los barriles de su cerveza más fuerte, rebautizándola así con su actual denominación.
“Bórea es una cerveza muy gastronómica, idónea para maridar carnes blancas, especialmente cordero y cochinillo”, apunta Luis Vida. “En boca presenta volumen y cremosidad, además de una textura sedosa y seco retrogusto”, añade. Así, su estructura y equilibrio la capacitan para comidas y cenas “también con arroces, sobre todo risottos con queso parmesano y setas”. Bórea produce en las instalaciones de Pau & Siul Cerveceros, en la localidad de Jumilla (Murcia). Además de malta de cebada, trigo, cebada en copos y lúpulos, contiene piel de naranja y limón, y semilla de cilantro.
‘Lavapiés líquido’
El proyecto ‘Lavapiés líquido’ desarrolla el espíritu de cooperación entre cerveceras independientes y hosteleros impulsado por Artesana Week desde hace cuatro años. Cada una de sus cervezas se concibe y elabora entre dos o más locales del barrio, integrada en un estilo reconocido internacionalmente por el Beer Judge Certification Program o la Brewers Association.
A su vez, la cerveza presenta una característica propia, original y local, bien por sus ingredientes y método de producción, o por sus maridajes u otras formas de consumo. “Se trata de crear una serie de prestigio”, concluye Luis Vida. Tal y como refleja la etiqueta, cada birra de ‘Lavapiés líquido’ se numera consecutivamente, empezando por la 001.
El barrio de la cerveza artesana
La primavera se saborea con cerveza artesana, en Lavapiés. Del lunes 9 al domingo 15 de abril Artesana Week celebra su cuarta edición. Procedentes de 16 provincias, 31 cerveceras independientes ofrecen 400 variedades en 29 locales del barrio madrileño. 12 cerveceras de Madrid dibujan el mapa craft castizo. Además, debutan nueve marcas, algunas de Asturias, Navarra, Bizkaia y Tarragona; cuatro fabricantes de Cataluña y tres de la Comunidad Valenciana sirven sus sabores meditérraneos, sin olvidar otros de Cantabria, Toledo… ¿Otra ronda?
Hermanado con una cervecera, cada local oferta la media pinta de barril a 2’5€. Cerca de 50 actividades copan siete días de programación, con catas y atrevidos maridajes, puestas de largo de nuevas variedades, charlas con productores, conciertos, sesiones de DJ’s… Organiza la Asociación de Comerciantes de Lavapiés Distrito 12.
Artesana Week incorpora siete locales nuevos, entre ellos NuBel, el restaurante del Museo Reina Sofía. Además, Gastrochigre, Craft against the machine, La Coqreta, La fuente de La Virgen, Aguardiente y Cascorro Bistrot, que amplía los límites de la feria hasta el Rastro. Desde la primera edición se mantienen santuarios como El pedal, Chinaski, O Pazo de Lugo, Casa Zoilo, La misa de 08:00 y La buena pinta del Mercado de San Fernando.